viernes, 18 de noviembre de 2016

Antolín Dávila en la Biblioteca Pública con Daniel María


Pues acerté a «caer» ayer, jueves 17 de noviembre del presente, por la Biblioteca Pública y caí tan bien que coincidí con la primera sesión de un ciclo que tienen allí organizado llamado “Entre palabras”,  cuyo propósito declarado es el de traer a escritores insulares y aplicarles un tercer grado con la intención de que confiesen todos sus secretos en lo que a su obra atañe. Hizo de comisario  Daniel María, a quién no tenía el gusto de conocer, pese a su impresionante currículum del que apenas voy a destacar una mención en el premio Benito Pérez Armas, donde su libro El hombre que amó a Gene Tierney recibió un accésit en 2011.
El autor invitado era Antolín Dávila, del cual confieso haber leído apenas un solo libro, aunque reconozco su nombre desde hace muchos años, “desde los ochenta”, al parecer, en que empezó a publicar, y cuya La calle de la concordia (1989) resulta para mí la novela más mencionada, aunque la que yo he acertado, nunca mejor dicho, a leer fue Una rosa en la penumbra (2006), su última novela por el momento; e insistiendo en esto, porque, a pesar de los largos periodos de tiempo transcurridos desde la publicación de esta novela hasta hoy, y entre esta última y la anterior Alguien cabalga sobre su seno (1996), el autor no ha cerrado la fuente de su creatividad y continúa manando imparablemente, vertiendo, bien a los diarios locales cuando hay ocasión, bien a las gavetas cuando no la hay, cuentos que atesoran, tal vez, semillas de futuras novelas.

Me aburro de este tono tan rebuscado y me bajo un escalón para decir que pocas veces he disfrutado tanto en una de estas charlas con escritores. Y que le atribuyo el mérito tanto al propio autor, Antolín, que habla de su obra y de sus personajes como quien habla de parientes cercanos y de mucho trato, con familiaridad y cercanía, no como un dios creador distante y omnipotente, sino como quien se limita a observarlos hacer y deshacer por su cuenta y trata con ellos por la calle o en la cafetería tomándose un café. Tanto, decía, al autor como al moderador, Daniel María que a mi juicio realizó un trabajo previo exhaustivo sobre la obra de Antolín, ofreciéndonos un recorrido no solo nominal de sus novelas, sino analítico de contenidos, estilo y evolución del propio escritor que me resultó admirable. No deja de venirme a la cabeza aquellas memorables entrevista de A Fondo de Joaquín Soler Serrano y lamento que no hubiera una cámara que estuvieran grabando aquella entrevista o simplemente charla, porque sin duda creo que el resultado fue digno de conservar en memorias más estables y persistentes que las de los tres asistentes que acudimos en esta ocasión.

El ciclo "Entre Palabras" lleva teniendo lugar cuatro años a iniciativa de nuestro venerable gobierno autónomo, y moderado en todas sus sesiones por Daniel María. Iniciado en el 2013 han pasado por esta mesa, sin que, al parecer, mi ignorancia se hubiera dado por aludida en todo este tiempo: Victor Álamo de la Rosa, Santiago Gil, Víctor Conde, Pablo Martín Carvajal, Anelio Rodríguez Concepción, Octavio Pineda, Román Pérez, R. Alzala... solo mencionando los invitados en Las Palmas, pues también se celebra la misma actividad en Santa cruz de Tenerife.

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