viernes, 14 de julio de 2017

Pepe Dámaso en el CAAM

Ayer fui a ver la exposición retrospectiva de Pepe Dámaso en el CAAM.


Lo que más me llama la atención es la capacidad que tiene de utilizar los materiales de su entorno e integrarlos en la obra siempre en perfecto equilibrio, es decir, sin resaltar particularmente el objeto ajeno, en un principio, a un contexto artístico, sino precisamente consiguiendo que ese objeto ajeno preste sus peculiaridades a la composición del cuadro.
Por otro lado yo tengo la impresión de que el dibujo de P.D. no es magistral, no hay buenos dibujos allí, y sin embargo, es que si lo fueran, buenos dibujos, algo se perdería de esa magia que sus cuadros trasmiten. Creo que en lo que es magistral este hombre es en componer, objetos, formas, colores, más que en crearlos, es decir, apostaría a que es un artesano pésimo, y ese es su principal mérito como artista, toda su obra es arte, no hay artesanía disfrazada.
En cuanto al color. Nunca entendí el librito de Kandinski sobre las armonías y los equilibrios de los colores y las formas, pero mirando estos cuadros estoy seguro de que mucho de eso hay. Hay armonía y hay equilibrio en las formas y colores escogidos por el artista para componer sus obras, y sobre todo hay un sentido estético, no quiero decir decorativo, porque eso me suena a muy estandarizado, pero creo que su prestigio entre gentes que no frecuentamos el arte se debe precisamente a que su sentido estético es muy accesible y sobre todo muy agradable, placentero. Toda su obra te produce una sensación de redondez, de completitud y de autojustificación, es decir, de no necesitar preguntarse: y esto, qué demonios significa. 

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