viernes, 18 de diciembre de 2015

Lucha Libro en Quegles


De nuevo en el Quegles, dentro del ciclo, Redgeneración Literaria.
Esta vez presentando el proyecto Lucha Libro Canarias. Ya en su tercera convocatoria.
Me gustó la definición de lo que es Lucha Libro, que vino a dar Ramón Betancor: la literatura como espectáculo. Es decir, la creación literaria a la vista de todos, como un ejercicio de habilidad, la capacidad del escritor para improvisar historias en el momento ante un público que los observa en ese acto tan íntimo, hasta ahora, de escribir.  Bajar la imagen de la hornacina y ponerse a jugar con ella como lo que es, un muñeco, darle otros usos que el de la oración extasiada mirando hacia lo alto. Eso es Lucha Libro, y está muy bien que así sea. Ejemplos hay, los Griot y los poetas africanos que, ¡todavía!, recitan, lo hemos visto últimamente en los artículos de África no es un país, la pasión del rap, que aún no he sentido pero que he empezado a vislumbrar, esos torneos de improvisación que detrás de una apariencia, a mí, hombre moderado de costumbres serenas, se me antoja que violenta, late un amor por la expresión verbal, su sonido, y por su uso para la reivindicación, la autoafirmación. Estos son los nuevos Bárbaros que señala Barico en su ensayo.  Detrás de todo hay lo mismo: gente que ama, necesita o simplemente desea escribir, escribir historias, íntimas o ajenas, personales o genéricas, pero que, al final, dan su versión del mundo. Eso es literatura. Después ya hablaremos de calidades o por mejor decir, de gustos. Gente que desea leer y escribir, divertirse escuchando y escribiendo historias que, quieras que no, se quedarán dentro amasando, junto con la experiencia de cada día, y que enseñan, de cualquier manera, a enfrentar el día a día. Sí, quiero justificar la necesidad de la literatura, no simplemente como un juego, como un divertimento (al fin y al cabo todo juego es un entrenamiento para la vida), pero eso son problemas míos. Los Bárbaros que traen nuevos modos y se burlan de los viejos altares.
Creo que el mundo de la literatura está muy disperso. Así lo siento, y tal vez sea un prejuicio, una visión parcial derivada de mi permanente desilusión de que algo que para mí es tan importante no provoque la euforia de todos. Ese sentimiento de que algo importante para ti debería ser compartido. Pero estos últimos días me he ido adentrando en otros mundos y ahí están, literatura fantástica, literatura romántica, alta literatura de camarín universitario, poesía de postín o poesía humilde del que no aspira más que a ver su nombre en un libro. El mar en el que me siento una gota, tal vez la última gota – ¿y quién no quiere ser la gran ola? – Multitudes que crean, y que creen, con ilusión. ¿Qué más se puede desear y compartir?

jueves, 17 de diciembre de 2015

Corrientes Internas

Yo, vamos a reconocerlo, soy uno de esos pirados que va hablando solo por la calle. Muchas veces lo hago porque leo en voz alta. Porque soy uno de esos pirados que va leyendo por la calle, mientras camina. Pero, a veces, hablo solo sin tener libro delante; es, probablemente, porque voy recitando de memoria algunos textos que me he aprendido para ejercitar la mente. Aún otras algunas-veces, voy hablando conmigo mismo. Así que tengo de todo, todos los boletos para ser el pirado – sin atreverme, todavía, a poner mi oreja contra la farola y escuchar el rumor interno de la luz (¿dónde estará ese pobre a estas alturas?) – con el que te vas a tropezar cualquier día y vas a salir huyendo antes de que te pida una moneda para cenar o te cuente detalles de mi deprimente existencia.
Ayer, de camino para la conferencia sobre el asco y la obsesión de Fortunata, conferencia un pelín académica, un pelín desordenada, un pelín confusa de la que no conseguí extraer las mismas conclusiones que las fervientes espectadoras que, unas filas delante de mí, manifestaron su regocijo tras la intervención de don Rubén Domínguez Quintana, el invitado en esta ocasión al ciclo que dirige doña Rosa Mesa: Corrientes Internas (en el Museo Pérez Galdós), que, por lo visto, trata de analizar la obra Fortunata y Jacinta desde muy diversos aspectos, psicológicos, sociológicos, feministas, y, como en el caso de ayer, desde una perspectiva de la crítica que hace Galdós a la masculinidad a través de esos personajes hombres de los cuales ninguno queda bien parado por más que quede patente para todos ellos su situación de privilegio frente a la mujer, ayer, como decía, me dio por aprenderme el recitado que inicia el célebre tango ya sé que estoy piantao, no sé si recuerdan: las tardecitas de buenos aires tiene ese... qué se yo, viste. 
En la conferencia no me atreví a interponer mi punto de vista, que sería, ahora que nadie puede oponérseme con armas de erudición lo expongo, que no veo ningún avance en Galdós sobre el planteamiento, como se dijo por allí, de nuevas masculinidades. En primer lugar porque, como bien se llegó a comentar, no hay una definición clara sobre qué demonios es ser masculino, aunque parece ser que sí que está muy claro en qué consiste ser femenino. A mí me parece que todo eso son roles impuestos por cada sociedad y que además van cambiando con los tiempos y que siempre resultan tan vagos que definiendo la feminidad, vamos a encontrarnos un apabullante número de mujeres que no caben en esa definición, y lo mismo va a pasar si tratamos de definir la masculinidad. Lo que sí puedo apreciar yo en Galdós, y en esta obra en concreto, es una clara crítica al hombre y un respetuoso trato de la mujer. Para mí, todos los hombres en esta novela tienen un algo de ridículo, o como mínimo, de reprobable, de infame, mientras que las mujeres tienen un punto de trágico, de honesto, – y ahora me viene a la mente la tía de Maximiliano y dudo, pues es una mujer que me da un poco de repelús –. Todo lo cual a mí me apunta a que, en efecto, don Benito era consciente de ese desequilibrio de género, y que además era consciente de que el armazón social es femenino y que el recubrimiento, las paredes, es lo masculino:el comportamiento de la mayoría de los hombres en esa obra es absolutamente improductivo, el que no es rico y vive de las rentas, es pobre y vive de trampear; en cambio las mujeres montan negocios o llevan la casa con rigor. Más allá de esto, me parece asombroso la cantidad de conclusiones, para mí extravagantes, que los estudiosos consiguen extraer de la obra, la profusión de citas de don Rubén me dejaba patidifuso tratando de encontrar las razones de por qué habían concluido aquello de aquella obra en concreto y si no se podrían obtener las mismas conclusiones de cualquier otra obra, fuera de Galdós o no. En fin, está claro que no tengo un espíritu científico.
Como resumen diré que yo me quedé contento de haber asistido. Que tal vez la conferencia del miércoles anterior de la socióloga Rosalía Rodríguez Alemán me pareció mucho más amena, porque, tal vez, habló de temas más variados, desde la pasión de Fortunata hasta la frustración por la maternidad de Jacinta y cómo esos elementos las convertían en mujeres defectuosas o por explicarlo mejor, mujeres que no van acorde con lo que se espera de una mujer en la sociedad de su tiempo, una por empeñarse en amar y tener un hijo de un hombre que no era su esposo y otra por no poder tener un hijo (darle un hijo), al hombre que era su esposo. Pero también se habló de sociología, y de cómo Galdós es un exacto radiógrafo de su tiempo. Etc.
Para gustos, hay colores. Yo me volví a casa, más contento de haberme aprendido el parrafito inicial del tango mencionado que plenamente satisfecho de la conferencia, lo he de confesar. Y no hubo nada.

viernes, 4 de diciembre de 2015

Solo lo escrito perdura


Se presentó ayer en el museo Domingo Rivero el libro de Rubén Benítez Solo lo escrito perdura que es ya su cuarto libro en solitario – es potestad del lector verificar las cuentas, pero qué más da si son tres o cuatro – sin contar los dos en los que participa con los Papirómanos, que no son una trouppe  de payasos sino cinco fulanos que se reúnen con cierta periodicidad a charlar sobre literatura y afines, a planear revoluciones literarias, a despotricar sobre la apestosa realidad y, a veces, a confeccionar joyas literarias que luego publican con el descaro de la juventud ya perdida, y también a beber ginebra.
Pues precisamente fueron estos muchachos y muchacha los que acompañaron en esta ocasión al autor en la presentación de su libro, decisión que aún no queda muy claro si fue acertada o no, el futuro y el volumen de ventas lo dirá – esto siempre se dice, como si el futuro o el volumen de ventas siempre tuvieran la razón.
Solo lo escrito perdura es un libro de artículos de tipo ensayo que tratan de todas las cosas, por decirlo pronto y mal. Ahí encontrarán reflexiones sobre viajes realizados, películas vistas, mucha, mucha, mucha literatura, bastante filosofía, y todo lo demás. Iba a decir que con ser ensayos breves, reflexivos y literarios, el libro estaba exento, por fortuna, de la palabra metarrelato, pero, oh, dios, acabo de verificarlo y sí que aparece, aunque se le puede disculpar porque está inserto dentro de una cita de un tal Lyotard, y hasta parece tener sentido dentro de la cita: algo así como que ya no existe un ----- que unifique el imaginario popular, refiriéndose a la disparidad de causas y opiniones del más variado tipo que la introducción de internet ha permitido aflorar de una manera más abierta (frente a una época anterior, continúo yo, de completo dominio del mercado que solo dejaba libertad de movimiento a aquellos discursos que tuvieran mayores beneficios).
Bien, durante la presentación se habló de filosofía, de literatura, de arte, y, a punto estuvimos de tocar el precio del pan y del aceite, pero tan espinoso tema pudo eludirse gracias a Antonio que preguntó algo acerca de la pertinencia del desmantelamiento de las humanidades en el sistema educativo. Hay que recordar que nuestro autor es profesor de filosofía en enseñanzas medias. De más está exponer aquí las opiniones del autor, aunque se pueden resumir, como la de todos, creo yo, los asistentes a un acto cultural, que la orientación de las enseñanzas hacia un fin puramente laboral no augura un futuro muy halagüeño, y más si tenemos en cuenta que el mercado laboral se vuelve cada vez más exiguo.
Juanjo exhibió una semblanza de nuestro autor, destacando, para incomodar su extraordinaria humildad, su origen teldense y su juventud, que no vamos a precisar. También destacó algo que me parece extraordinariamente importante y es el admirable entusiasmo que manifiesta el autor en este empeño literario, entusiasmo que todos admitimos que nos contagia gozosamente. También puso en un brete a Rubén al preguntarle ¿qué te asombra? Haciendo referencia, por lo visto, a una cita filosófica que define a los filósofos como aquellos que manifiestan su asombro ante los diversos aspectos de la existencia. Pues bien, nuestro amigo Rubén no supo qué responder a esto y tuvo que tomar la palabra en su lugar Ely, que, como espectadora directa de su actividad, supo resumir admirablemente el talante curioso e interesado por todo del autor, sobre todo, destacaba, un interés por expresar literariamente ese asombro. Y literariamente, literario, literatura, letras, y todas las derivaciones de ese lexema – creo que se llama así – se repetían tanto porque si en algo se definió Rubén en esta presentación es en su incombustible amor, no solo por la literatura, sino por todo lo literario en sus más amplias manifestaciones. Hasta el punto que declaró solemnemente que este es el aspecto central de su vida siendo todo lo demás el soporte material que se requiere para dar existencia a esta entidad.
Para dar un toque incómodo a tan gratificante velada, intervino el tal Ricardo, destacando, con un poco de mala intención, algunos aspectos de los que, en su deplorable opinión, el autor mostraba algunas carencias. Uno de estos aspectos es una aparente inocuidad neutral en sus artículos, tanto personal como de compromiso social, que el autor desmintió serenamente y con razón, exponiendo que, a su juicio, en sus artículos expresaba una visión del mundo que si bien no era panfletariamente – uso mis palabras, pero expreso, creo su intención – reivindicativa, no estaban faltos de una severa crítica a los males de este mundo, siempre matizada por una visión optimizadora que le presta el verlo todo desde una perspectiva poética.
Me salto una discusión, apenas desarrollada, sobre si los filósofos y los poetas son equiparables y sobre lo acertado o no que es percibir al hombre como una entidad verbal, como pura construcción de lenguaje, con la que no estoy de acuerdo, o más bien, con la que estoy de acuerdo que ocurre, pero que precisamente es una de las razones que nos lleva esta confusión social en la que andamos inmersos.
Y entre unas cosas y otras ocupamos hora y pico de charla en la que no sé si quedaron muy claros los contenidos del libro pero con la que, al menos, intentamos aproximarnos al espíritu que de él trasciende, que creo que es una manera más eficaz de animar al lector a aproximarse a un libro más que el recitarle de pe a pá el índice de capítulos. 

jueves, 3 de diciembre de 2015

Libros, hoy.

Esta noche no podré ir a la charla con autoras de Novela Romántica en el Quegles a las 19:00 con Ramón Betancor porque en el Domingo Rivero se presenta el nuevo libro de Rubén Benítez: Solo lo escrito perdura, del que participo como presentador.


Pero como no quiero dejar atrás aquel evento. Las autoras invitadas son
Romina Miranda, que ha escrito cosas como

Yara Medina que tiene

Y Bedelia Suárez 


Está bien que uno se vea obligado a elegir eventos culturales a los que asistir. Aunque la toma de decisiones es ya una opinión, y es obvio que en mi ámbito de interés no está la novela romántica como género, estoy maravillado de la enorme actividad literaria que en realidad hay en Canarias y la enorme ilusión con que los implicados se desenvuelven en ella, y siento no poder asistir a ambos eventos, y más que hubiera, al mismo tiempo, ya que el Buen Señor se limitó a dotarme de un único cuerpo, solo por el placer de contagiarme de esa ilusión. 

viernes, 27 de noviembre de 2015

Encuentro en Quegles con la Literatura Fantástica

Ayer fui al Palacio Quegles que ahora celebra cada dos por tres actividades culturales de muy variado tipo. Esta a la que asistí tiene relación con la literatura. Su responsable, Ramón Betancor ha organizado unos encuentros con autores canarios o residentes en canarias, preferiblemente, creí entenderlo así, que no están en el  mainstream, tenía que poner esta palabreja, y organizando cada reunión por géneros literarios. En esta ocasión se trataba del género FANTÁSTICO. No sé muy bien cómo definir este género, pero sé decir que una de las autoras, Jessica Herrera, se ocupaba en sus libros del asunto de los vampiros, y que Melani Garzon, la otra autora invitada, titulaba a su tetralogía Dominadores de Almas.
En primer lugar me llamó la atención mi completo desconocimiento de este movimiento literario que hay en La Ciudad y que a mí me pasa totalmente desapercibido, pese a que me precio de prestar atención a todo lo relacionado con la literatura. Además de a ellas mismas, se mencionaron otros nombres que también para mí eran absolutamente ajenos, como el propio Ramón Betancor, del que sabía que existía, aunque no se le puede incluir dentro de este género literario, también he oído y asistido alguna vez a presentaciones de Leandro Pinto, y de oídas conozco a Rayco Cruz; más nombres aparecieron que no pude anotar por falta de medios y porque apenas se les mencionaba por el nombre.
En segundo lugar me asombró la profesionalidad, o por decirlo a mi manera, lo en serio que se toman estas chicas lo que hacen. Y eso lo demuestran haciendo, es decir, ninguna ha acudido a editoriales en busca de una oportunidad, ni las oí quejarse en ningún momento de lo mal que está el mundo literario y lo poco que lee la gente y toda esa panoplia de excusas a que solemos acudir los que nos movemos en otros entornos literarios para justificar nuestra poca actividad, la poca gente que va a nuestras presentaciones, o que acude a eventos que nosotros consideramos de gran trascendencia. Ambas chicas se han auto publicado y se han movido diligentemente por librerías, institutos y cuanto lugar pudieran ocupar para divulgar esos libros de los que están tan orgullosas. Mencionar también que hay en esta ciudad grupos, que también están en la periferia de mis conocimientos sobre el movimiento cultural de esta ciudad, que se movilizan al margen de las instituciones para desarrollar sus intereses culturales y permitir acceder a los autores a alguna difusión, como cierto grupo Tandem que acostumbra a convocar encuentros en librerías de nuestra ciudad.
Y al parecer sus esfuerzos, el de las autoras, se han visto recompensados, pues, al menos así lo daban a entender, gozan de un amplio público que compra y lee sus libros y además, haciendo uso de los medios siempre mencionados, interactúa con ellas para agradecerles o felicitarlas o solicitarles más libros.
Nada sé de los libros salvo los pocos detalles que he dado, y confieso que no entran dentro del ámbito de mi interés, por lo que es muy poco probable que termine leyéndolos. Y sin embargo siento una enorme admiración por cualquier persona que sea capaz de tener una pasión y llevarla de la mano hasta los límites que sus posibilidades le permitan sin esperar a que venga nadie a empujarlas, sin cuestionarse las dificultades, y siempre disfrutando con lo que hacen.  Intentaré seguir interesándome por estos movimientos que escapan a mi atención y que demuestra que debajo de lo que para mí es una realidad más o menos cotidiana y a veces un poco monótona hay otra vida que mi hábito me oculta a la mirada.


sábado, 21 de noviembre de 2015

Un Sudario

Todo lo comentado aquí es de mi exclusiva responsabilidad, extraído a partir de mis propias conclusiones, así que no lo vayan a confundir con la REALIDAD. 

Rafael José Díaz 
Así se firma el poeta que ayer, en la casa-museo Pérez Galdós, presentó libro (Un Sudario) bajo la protección de don Eugenio Padorno, a la derecha, y don Oswaldo Guerra, a la izquierda. Don Oswaldo venía como representante de cultura del Cabildo y como amigo del autor; don Eugenio venía en calidad de pope académico de la poesía de este ala del archipiélago. 
 Yo desconocía por completo a este poeta, y, a la vista de los asistentes, o bien es un severo defecto de mi cultura literaria local, o estaba asistiendo a una reunión de alumnos y profesores del curso del ochenta y dos (por decir una fecha cualquiera). Por allí se acercaron Emilio González Déniz, Santiago Gil, Antonio Puente, Juan Carlos de Sancho, y algunos otros y otras que reconozco, pero cuyo nombre no he conseguido memorizar. 
Comenzó la charla Oswaldo, recordando su amistad con el poeta y dándonos un perfil de su biografía, literaria y también vital, a partir de sus encuentros. Su procedencia es chicharrera, pero actualmente reside en Madrid. Es maestro y casi seguro que su especialidad es o bien filología o bien idiomas. Ha residido en Alemania y tiene algunas traducciones. Trabajó en el sur de Gran Canaria antes de emigrar a Madrid. Su primera publicación data de 1997, y desde entonces ha editado varios libros de poesía, alguna antología (propia), ensayo y prosa íntima, que es como llamaríamos a unos textos con carácter de diario. Yo le echaría unos cuarenta y pocos años. (Todos los datos técnicos son fácilmente comprobables, pero no me gusta masticarle demasiado la comida al lector; y que tampoco me interesan por el momento) También mantiene un blog que declara: laboratorio de experimentación
 La reseña de Eugenio Padorno me resultó incomprensible. A mi juicio, consistió en un análisis organoléptico, morfológicos y físicoquímico del libro, del que apenas faltó mencionar su resistencia al aire, la capacidad de absorción de líquido a temperatura ambiente y el peso −dato que aportó el autor al inicio de su turno; olvidé anotar el número, pero alrededor de ciento y pico gramos− que hacía pensar en la poesía como en una ingeniería. 
 El autor se defendió bastante mejor. Aunque tiene un tono, su poesía y él mismo, que a mí se me antoja rígido, académico, partidario de una poesía que me parece acumular ya demasiados lugares comunes en los temas, en la forma de abordarlos, en las expresiones engoladas de que se abusa para dar sensación de alta poesía, frente a la poesía de iletrado que podamos practicar los bárbaros, los que somos incapaces de meter a Rilke, Novalis o Hölderling en una conversación. 
 Y no obstante me gustó el tipo. Porque da la impresión de que cumple con aquella frase con que poco más o menos terminó don Eugenio: ya que vida y poesía no deben diferenciarse. Por su manera de explicar la génesis de los poemas, por cómo hablaba de lo que creía expresar en ellos y por cómo expresaba sus ideas acerca de la poesía y del mundo en general, me pareció que, bueno, tal vez merecía la pena cabrear un poco a la cónyuga atestando un poco más las atestanterías, lo que de algún modo es cumplir con un destino.
 El personaje que flota por esos poemas es un tipo no exactamente solitario, sino que gusta de la soledad y de la naturaleza, que observa el mundo y transforma esa observación en sensaciones más que reflexiones, aunque la proximidad de una a otra pueda confundirlas. También da una impresión de interior, es decir, uno se percibe encerrado en su interior asistiendo a esa observación y no fuera experimentando un paisaje. Apenas poco más puedo decir. 
Supongo que no todas las brevedades son perfumes.

viernes, 2 de octubre de 2015

Las Áfricas - Pepe Naranjo

Pepe Naranjo, periodista freelance que desarrolla su trabajo en África occidental ha dado una charla sobre sus experiencias en África que ha titulado Las Áfricas.
Ha publicado dos libros Cayuco en 2006 y Los invisibles del Kolda en 2009 que trataban sobre la inmigración -en aquellos años vivíamos aquí en Canarias la llegada masiva de inmigrantes. Esto, sin duda, es un desencadenante de su decisión de irse a vivir y trabajar a aquel continente.
Lleva cuatro años allí, enviando sus colaboraciones especialmente a El País. Se mueve principalmente por África occidental, residiendo, por así decirlo, en Senegal. Titula su charla Las Áfricas por que es su intención mostrar que África no es solamente ese continente atormentado por el hambre y las miserias, las plagas y los gobiernos corruptos y dictatoriales, que casi exclusivamente nos transmiten las noticias en occidente, también hay gente heroica que lucha por salir de esas situaciones, que cree en las posibilidades de su territorio rico en tantos recursos que otros aprovechan en su perjuicio. Todo el que viene de África insiste en la imagen exclusivamente negativa que los medios occidentales crean de África, restando importancia a los momentos felices o simplemente cotidianos que mostrarían que no es tal como la percibimos desde estos lugares. Como por ejemplo ha comentado la débil proyección que ha tenido un hecho que considera jubiloso no solo para el continente africano sino para el mundo como es la erradicación de la poliomielitis que se ha declarado definitivamente tras la extinción de unos últimos brotes en Nigeria. Un hecho que no se daba desde la anterior erradicación de la viruela.
Bueno, pues el hombre llegó a Senegal en un momento de cierta tensión, allá por el 2011. Había elecciones y el, en aquel momento, presidente Abdulaye Wade pretendía, contraviniendo un mandato legal que impide ejercer más de dos legislaturas, presentarse nuevamente a las elecciones después de dos mandatos. No lo consiguió a causa de las fuertes contestaciones sociales. En aquel año estábamos en la época de los movimientos sociales del 23N y la primavera árabe y al parecer también en Senegal hubo algo de contagio. Señala que con sus más y sus menos Senegal es una de las democracias más estables de África (sus mismos más y menos que tenemos en España, insiste).
Su primer trabajo vendido fue sobre el acaparamiento de tierras, la última modalidad de depredación de los países occidentales. Al parecer, empresas y gobiernos occidentales están comprando tierras, tanto en África como en Sudamérica, para dedicarlas al cultivo comercial de alimentos o biocombustible. Estos tratos se realizan «legalmente» con los gobiernos, que son los que al final desplazan a los habitantes de la zona que dependen de esas tierras para su subsistencia. Aclarar que lo que cultivan no es para ayudar a paliar el hambre de la zona, sino para comercializarlo en occidente y que lo que provoca es precisamente acentuar los problemas de subsistencia de aquellos lugares. Ocurre en Guinea Bisau, por ejemplo, donde estaba implicada una empresa española. En Fanaye (Senegal) hubieron protestas por esta causa que han conseguido detener algún proceso. Resalta la importancia de los movimientos sociales en toda África y en particular las mujeres que son las que más se movilizan. María Ansoy es una de estos líderes. (Los nombres son por cómo me suenan, y de cualquier manera es raro que estos personajes que cita lleguen a tener «relevancia» suficiente para ser incluidos en noticias occidentales)
Más despojos. En Sierra Leona tienen un verdadero problema con las flotas pesqueras piratas, cita en concreto que son de origen coreano, que faenan impunemente en zonas protegidas y utilizando prácticas perjudiciales para el medio ambiente, que esquilman los mares perjudicando a los pescadores de la zona que tienen como único medio de subsistencia la pesca de costa. Se lucha contra eso, pero los gobiernos son débiles, con escasos recursos, corruptos y nada pueden hacer contra el poderío económico que los respaldan. (Denuncia que en nuestros puertos canarios descargan pescado esas flotas)
En Ghana, empresas mineras de capital subvencionado por el Fondo Monetario Internacional desplazan gente de sus tierras porque les estorban o porque simplemente se las contaminan inhabilitándolas para el cultivo. Esto también es provocado por las prácticas locales de minería que se realiza sin ningún tipo de control vertiendo al suelo materiales sumamente contaminantes. (Burkina Faso, Senegal, Mali)
Y sin embargo también hay datos positivos con respecto a la tierra. En el sur de Senegal un proyecto de la fundación Jane Goodall para la protección de los chimpancés preserva extensas regiones de selva de la depredación humana y conciencia a la gente del lugar del beneficio, también económico por medio del turismo que genera, que este tipo de prácticas les aporta preservando el ambiente y sirviéndoles como fuente de ingresos.
Destaca Pepe como los grandes males de África el hambre (Niger 80% de hambruna debido a las pobres prácticas agrícolas), unido al crecimiento poblacional (también en Niger una media de 7,6 hijos por madre)
Pero la gente se moviliza para sobrevivir y se desarrollan estrategias de colaboración, como en Senegal que hay colectividades que aportan a un fondo común para pagar imprevistos, generalmente costes médicos, que le pueda sobrevenir a cualquier familia. Aua Keita es una activista Guineana que consigue que las mujeres sean propietarias de pequeños terrenos que les permite cultivar de subsistencia.  Comenta cómo se van introduciendo estas prácticas de introducir cultivos de subsistencia más variados que las prácticas tradicionales de monótonos cultivos de cereales que no terminan por paliar los problemas de subsistencia.
En Níger y Chad hay una altísima natalidad y también una altísima tasa de matrimonio infantil -las niñas son objeto de intercambios lucrativos entre familias. Embarazos a edades tan tempranas provoca problemas en el parto. Una enfermedad común es la fístula obstétrica que resulta en problemas de descontrol de la vejiga urinaria lo que provoca que esas niñas no puedan controlar la orina. A causas de esas afecciones son apartadas de sus comunidades como apestadas.
Respecto al problema de la demografía, una de sus causas es la tradición. En Senegal se ha conseguido la paridad –creo que se refiere a la paridad política– y con la llegada de más mujeres a cargos de gobierno se están fomentando prácticas como la del uso de anticonceptivos.
Otro gran problema es el de la mutilación genital femenina. Malicounda Bambara es una villa donde las mujeres se conjuraron para no realizar estas prácticas porque consideraban, y demostraron a los hombres, que no existía ningún imperativo religioso que las prescribiera. Esta actitud se ha contagiado a otras aldeas y hay esperanza de que en cosa de una o dos generaciones esta práctica sea definitivamente abandonada.
En el norte de Malí tenemos el conflicto yihadista. Considera que occidente sólo le presta atención a este aspecto del problema, por preocuparle que esta lacra pueda extenderse a nuestros países, sin embargo Pepe cree que la importancia que tiene el radicalismo en la extensión de estas prácticas no es tanta como el hecho de que se mueven en zonas que son auténtico caldo de cultivo para ellas. La miseria, el abandono de los deberes gubernamentales es esencialmente el problema. La zona del norte de Malí está muy alejada de la influencia del gobierno, es zona de tráfico de drogas y paso de inmigrantes. Y sin embargo Tombuctú, ciudad mítica incluso en occidente, es uno de los enclaves de aquella zona, una ciudad de importancia que sin embargo no tiene apenas infraestructuras. En esa zona es por donde se mueven los tuareg, que participaron en la guerra de Libia, durante el derrocamiento de Gadaffi, y regresaron tras la derrota con todo el armamento de que disponían. Con eso y la promesa de mejorar las condiciones de los habitantes de la zona –a los que solo les basta con promesa para adquirir un poco de esperanza– es normal que esos movimiento hayan adquirido tanto despliegue.  Lo mismo pasa con Boko Haram en el norte de Nigeria tradicionalmente alejado, en todos los sentidos, de los centros económicos del país.
Esos movimientos provocan otra de las lacras de África, que son los desplazamientos de personas de una zonas a otras huyendo de la barbarie en condiciones de extrema miseria. Pepe habla de algunas entrevistas que ha tenido con mujeres que han sufrido la opresión yihadista y cuenta de casos terribles. Sin embargo los desplazamiento también se producen por las condiciones de las dictaduras, por ejemplo en Gambia, una dictadura muy represiva tolerada por occidente –el país se vende como paraíso turístico– también provoca enormes desplazamiento y en concreto huidas del país hacia nuestros felices países occidentales.
Algo se mueve en la lucha contra las dictaduras lo mismo que se mueve en la lucha contra la miseria. En Chad, la dictadura de Hisseme Abré provocó cerca de 40000 muertos. Un tal Suleiman Gengan, superviviente de las cárceles de Hisseme, fue el principal suministrador de pruebas en la acusación internacional contra Hisseme cuyo juicio se está celebrando estos días. El hombre fue recopilando pacientemente fichas de todos cuantos había conocido en la cárcel y las atrocidades que se cometieron con ellos y esas fichas han sido una aportación clave para conseguir juzgar al dictador.

Como resumen creo que Pepe quiso mostrar la realidad africana que conoce pero sin dejar de acentuar que no solo es una realidad oscura y siniestra, que hay multitud de africanos que no se resignan a sufrir pacientemente las miserias que se abaten sobre sus gentes y que luchan para conseguir aliviar esas condiciones, que el pueblo africano no está detenido, que hay lucha y hay oposición para cambiar las cosas y no solo pasiva sumisión ante la desgracias sobre venidas o impuestas. 

jueves, 30 de julio de 2015

La Historia de nunca acabar - Fernando Castro Flores

¡Vaya por dios!, esto tampoco es sobre literatura, ni presentaciones del libros. Fernando Castro es filósofo, muy interesado en crítica de arte contemporáneo y que a partir de la propuesta de la exposición hace una reflexión sobre el manipulado concepto de la Historia

Asistí ayer a la conferencia de Fernando Castro Flores en torno a la exposición Lecciones de Historia que está actualmente expuesta en el CAAM. A continuación mi relato de la conferencia a partir de las notas que pude tomar más lo que a mí se me haya ocurrido añadir creyendo que es de eso de lo que hablaba. Es decir, no puede tomarse como un resumen, sino como el poso que a mí me queda de todo lo que este hombre contó allí.
-O-
Pues el hombre empezó con Fukuyama, este pavo que en los ochenta escribió un artículo asegurando que Occidente ya había llegado al final de la Historia y que a partir de ese momento se quedaría instalado en el liberalismo económico ya para siempre. (En aquel año ocurría la caída del muro de Berlín, que fue una consecuencia de la Perestroika en la cual se basaba el japomericano para dictar el fracaso definitivo de la propuesta marxista). Que todos los demás que aún no habían alcanzado nuestro estado de bienestar acabarían haciéndolo si no es que se quedaban empantanados en la Historia, como le sucedía a la mayor parte de África y también a Sud y Centro américa, amén de los países árabes. Habló de la Raynd Fundation, un foco del pensamiento objetivista que es por lo visto ese pensamiento práctico que ostentan las élites ejecutivas y directivas de las grandes corporaciones y frecuentadores de Wall Street y que básicamente consiste en que el único objetivo sensato es la obtención de poder en todos los sentidos, dinero, casi siempre, y que para alcanzar ese objetivo cualquier medio es legítimo; así, los que ganan están del lado bueno de la Historia mientras que los que sufren las consecuencias de esa victoria están del lado del pantano, y se merecen su situación por no haber sido capaces de imponerse. Es gracioso (lo gracioso es que el mismo tipo comprende que es incapaz de fundamentar esta razón de perfección) que el mismo tipo crea que este fin de la historia es como un fundido en blanco ya para siempre eterno y aburrido, sin motivaciones, plano, sin objetivos más allá que mantener la situación, pues no hay más allá perfectible que esto. Como consecuencia no habrá arte, que es exploración y ensanchamiento de los límites, pues el liberalismo económico y el estado que genera es como una pradera infinita; ya no habrá filosofía que es explicación y comprensión de los conflictos, pues no habrá conflictos relevantes que resolver puesto que no hay alternativas a las que acudir para mejorar lo imperfectible.
Pero ocurrieron cosas que pusieron en cuestión esta perfección. Ocurrió lo de la Guerra Mediática de Irak. La tramposa lucha contra el terrorismo que fue realizada como una campaña publicitaria desplegada con toda la tecnología desarrollada por la publicidad y el cine. Y entramos en una etapa de la historia que este hombre ha llamado Story Telling. Es decir, los medios nos cuentan una Historia que explica y justifica todas las acciones que cometen en nombre de sagrados supuestos como la Democracia, la Libertad, los Derechos del Hombre, la Lucha Contra la Injusticia y la Miseria, pero por detrás de esas llamativas pancartas se desarrolla la auténtica miserable Historia, que solo habla de intereses petrolíferos, mineros, de posicionamiento estratégicos, siempre con fines meramente económicos; multinacionales asegurando el conveniente flujo libre de capitales, la disponibilidad a bajos precios de los recursos, la franquicia de las zonas de mercado, etc. Y entonces se produjo una reacción inesperada, el ataque a las Torres Gemelas.
Entramos en una etapa de la Creación de la Historia a partir de imágenes que se interpretaban circunstancialmente según los intereses, siempre esgrimidas como pruebas irrefutables de la verdad del razonamiento proclamado en ese momento, imágenes icónicas que son reutilizadas desvergonzadamente para fines contrarios. Lo que lleva al desprestigio de la imagen como verdad objetiva, el abuso de información para sepultar la verdad. Todo un despliegue encaminado a mantener el estatus de aquel sistema que de pronto se había visto amenazado en su mismo centro y que ponía en cuestión si estabilidad, su perfección. Se inventa la Historia para evitar enfrentar la realidad que pone en cuestión las razones que fundamentan el estatus que pretenden conservar (¿el fin de la Historia?) Para aumentar la confusión, también los que se oponen al sistema  emplean las mismas armas (la gran herramienta neutra de Internet) que el sistema ha creado para perpetuarse, en contra suya. Y también crean Historia que desprestigia al sistema y revisan la Historia divulgada por el sistema mostrándola desde nuevas perspectivas que debilitan la inevitabilidad de ese proceso que ha culminado con el liberalismo.
El sistema emplea todos los medios para darse validez, tal vez las propias «crisis» alimentarias o pandemias (SIDA, vacas locas, la crisis aviar, el Évola) sean despliegues apocalípticos para sembrar el miedo, para luego salir a salvar a la Humanidad  gracias a los avances tecnológicos y científicos que no podían haberse logrado en otros sistemas alternativos, o con las propuestas de rechazo que se levantan en su contra. O tal vez sean «errores» inevitables del progreso –que siempre ocurren en el extrarradio, que es donde se realizan los experimentos más arriesgados.
Y llega la crisis de 2008 y en 2011 los levantamientos ciudadanos, 25N en España seguido de La Primavera Árabe, que ya es considerado sin dudas como otro hito histórico (se duda todavía de la profundidad de las revueltas en España, qué consecuencias relevantes traerán, pero indudablemente han ocurrido cambios en los países árabes). En un principio se han querido vender, otra vez el sistema demostrando que todo tiende hacia el modelo occidental, como un reventón de las contradicciones del mundo musulmán que derivaría hacia una adopción universal del sistema Democrático, como única y definitiva (¿el fin de la Historia?) forma política, pero lo que está ocurriendo es una polarización entre los que creen en esa occidentalización como superación definitiva de los problemas y los que reaccionan contra ella poniendo en cuestión las ¿supuesta? Democracia como sistema político ideal.
Es decir, que andamos en unos tiempos convulsos muy interesante de reacción que ponen en cuestión el hasta ahora infalible –a la manera de la opinión del Papa– modelo occidental, el liberalismo económico. Se habla de un estado de excepción del cual no se percibe qué puede brotar, si el paso atrás de los radicales musulmanes, el mantenimiento de estatus quo del capitalismo liberal o un alternativo paso lateral que parecen proponer la cada vez más pujante, aunque todavía poco definida, reacción occidental antisistema.

viernes, 17 de julio de 2015

Presenta Caddy Adzuba el libro Micrófonos de Paz en Casa África

Ni es literatura, ni es canaria... pero fui a la presentación...

Caddy Adzuba es una periodista congoleña que recibió el Premio de la Concordia 2014, uno de los premios Príncipe de Asturias. Su mérito ha sido organizar una Asociación de Mujeres en los Medios de Comunicación que tiene por objeto, en primer lugar, exigir dignidad para la mujer en los medios de comunicación de su país, donde, a pesar de sus estudios y sobrada disposición, son relegadas a actividades subalternas, entre las que se incluyen llevar café o estar guapísimas como presentadoras de programas de cocina. Pero más importante es su labor de ayuda a las mujeres víctimas de la violencia sistemática perpetradas por las bandas rebeldes que asolan el norte este del país con claros fines de explotación ilegal de los recursos del país.
Según cuenta, ella misma ha sufrido las violencia a la que los grupos armados someten a las mujeres, y adquirió conciencia de la magnitud y extensión de este problema, al que, sin embargo, los medios de comunicación no prestaban una atención relevante –tiene muy clara, Caddy, la importancia efectiva de los medios para ayudar a resolver los problemas de su país por medio de la simple denuncia y exposición clara de las consecuencias de esos problemas para lograr que la población adquiera una clara conciencia de que esas atrocidades están ocurriendo; en cambio los medios, principalmente debido a su carácter mercantil, no ven rentables esas noticias desagradables y las ocultan, al tiempo que el gobierno está poco interesado en que se divulgue su inoperancia ante un problema, la guerra en el norte este de su país, que le supera. Estas mujeres exigieron y consiguieron que los medios dedicaran al menos una pequeña parte de su tiempo a la divulgación de las consecuencias catastróficas y brutales que la guerra provoca. Y de esta concienciación han obtenido el resultado de poder ayudar directamente a las víctimas proporcionándoles ayudas, psicológica y económica para que puedan recuperar una vida normal.
Explica Caddy que después de un periodo interminable de guerras en el Congo –actualmente no hay una guerra declarada, pero el caos provocado por decenas de grupos armados que luchan entre sí para dominar territorios ricos en minerales tan esenciales para el desarrollo tecnológico como el Coltan, es, de hecho, un estado de guerra que el gobierno se ve incapaz de controlar, existiendo, incluso, denuncias de que el propio ejército contribuye, de manera interesada, a mantener el caos– las mujeres han pasado a ser el pilar fundamental que sostiene la familia y, en esencia, a la estructura social. Los hombres, mutilados por las interminables guerras, o en paro por la situación del país, a menudo tienen un papel nulo en la procura de alimentos o cuidado de los niños. Precisamente ese es el objetivo «estratégico» de las bandas armadas al ejercer una violencia dirigida hacia las mujeres, desestabilizar la vida de las aldeas por medio del terror y la dependencia, para mantenerlas bajo su control.
Asegura la periodista que cuando se habla violencia «contra las mujeres» no se está refiriendo a la simple violación que ya se ha quedado como una violencia menor al lado de las atroces y sistemáticas prácticas que se perpetran, sino de toda una estrategia del terror cuidadosamente planeada, muy alejadas de las simples «prácticas salvajes» que estamos acostumbrados a suponer en los africanos. Se pregunta de dónde pueden proceder estas «estrategias de terror», (*) y recuerda que la procedencia de estas bandas fue, inicialmente, de Ruanda, que comenzó, apoyada por estados occidentales, una guerra contra el régimen de Mobutu, y que permanecieron en el país como bandas rebeldes; a estos se les han sumado los rebeldes que provocaron el genocidio de Ruanda, más rebeldes Ugandeses y los propios congoleños que se han sumado al festín. Todas estas bandas son pagadas por imprecisas pero prodigas manos que obtienen de su inversión los recursos minerales tan preciados, y que son extraídos por los aldeanos explotados por las bandas como mano de obra esclava. Ese conjunto de bandas provoca un caos descontrolado de alianzas y enemistades que se hacen y deshacen por minutos, lo que lleva al gobierno a un estado de inoperancia e impotencia para atajarlas.
Se trata de un conflicto bastante reconocido en occidente, existe una comisión específica de la ONU, la MUNESCO, que se trata el tema del conflicto en Congo, y muchas ONG tienen destacados elementos permanentes en esos territorios. Está evidentemente establecida la intervención subrepticia de las multinacionales interesadas en aquellas materias primas financiando a estas bandas con armamentos a cambio de mineral. Existen informes y denuncias de la ONU que hablan explícitamente de ello. En 2002, bajo la presidencia de Kofi Anan, la ONU denunció a 29 empresas de lucrarse directamente con el conflicto, más otras que como mínimo eran acusadas de malas prácticas. En concreto hablan de «saqueo sistemático de los recursos del país» durante la guerra civil. Desde luego esto no parece haber cambiado hoy, salvo para ocultar aún mejor el destino final de los recursos saqueados. Recientemente se ha conseguido que en EEUU se apruebe una ley que penaliza la compra de Coltan congoleño, mientras que en Europa parece que también se están estudiando leyes similares.
Volviendo a Caddy y a la Asociación De Mujeres en los Medios de Comunicación, ellas tienen confianza en que la abierta exposición del problema de la «violencia estratégica contra las mujeres» contribuye a la solución simplemente porque logra crear conciencia del problema que es el paso inicial para que las masas sociales se movilicen. Espera que por medio de esta concienciación se consiga crear programas de ayuda psicológica, social y económica para recuperar a las mujeres víctimas de la violencia para la sociedad. Cree firmemente que sin una base de mujeres fuertes, autosuficientes, confiadas y con estabilidad social no es posible pensar en un desarrollo de la sociedad africana en general y del Congo en particular.




(*)Mientras escuchaba a Caddy relatar algunas de las atrocidades a que someten a las mujeres, de lo que tuvo la elegancia de mostrar pocos ejemplos, pues no quería dejar una impresión desagradable, insistiendo en que, aunque, en efecto, está aquí para denunciar esas atrocidades cometidas en su país, su país sigue siendo un lugar hermoso y sus gentes luchan diariamente para recuperarse, estando muy lejos de una actitud victimista, resignada o aplastada por la brutalidad. Cree en la mujeres de su país y cree en su fuerza y en su voluntad de seguir luchando. Pues bien, escuchando, digo, esas atrocidades, y oyendo hablar de violencia estratégica y preguntarse de dónde procedía esta estrategia, negando que el carácter africano sea propenso a ello, al menos a la violencia como estrategia tan sofisticada, con esa meticulosidad centrada en las mujeres, que no intervienen en las guerras sino como víctimas, apuntó un origen extranjero y señaló a algunos países limítrofes. 
Sin embargo yo no hacía más que recordar, de una lectura reciente de  El sueño del celta de Vargas Llosa, que esa violencia era bastante similar a la que relataba el personaje Roger Casement en su informe sobre las barbaridades cometidas por los europeos en el Congo en tiempos de Leopoldo II para obligar a las tribus locales a trabajar recolectando caucho para ellos. Donde los latigazos y los cortes de manos y pies eran práctica habitual para los hombres que se resistían al trabajo o no rendían lo estipulado (en contratos que los africanos no podían entender), y cuando las aldeas no suministraban el número de hombres previsto, retenían a las mujeres encerrándolas en cárceles atiborradas y en condiciones insalubres.
Estas prácticas de terror eran sistemáticas para obligar a las aldeas a trabajar para las compañías que tenían concesiones de explotación y que hacían firmar unos supuestos contratos a los jefes de aldea por medio de los cuales se obligaban a suministrarles mano de obra.
Lo que quiero decir es que esta violencia estratégica de la que se habla ahora, a mí me parece una evidente herencia de aquella, que ha arraigado entre los propios africanos, así como el desprecio a la condición humana, en particular de sus semejantes, que también les hemos transmitido los europeos. La situación sigue siendo la misma, unas empresas europeas que explotan los recursos de un país utilizando mano de obra esclava controlada por medio de un régimen de terror. Solo que ya no son directamente las empresas explotadoras las que envían a sus emisarios, sino que utilizan a grupos locales para mantener la desestabilización de la zona y que al mismo tiempo les sirvan de factores para obtener los recursos (este fue el gran descubrimiento de la descolonización). Las empresas permanecen en occidente con sus manos limpias mientras el trabajo sucio es delegado, manteniendo la responsabilidad aparente impoluta. 
Es obvio que todos y cada uno de nosotros, por nuestra simple condición de europeos, por estar disfrutando de los beneficios que nos ha traído el progreso, tenemos una parte de responsabilidad en el estado en que está la mayor parte de África (el mundo) todavía hoy. También es verdad que en nuestra condición de ciudadanos apenas podemos hacer nada para resolverlo, salvo contribuir con nuestros óbolos a las ONG, muchas veces sin preocuparnos demasiado cómo se gestiona nuestro dinero. Lo que nos piden estos activistas sociales con sus campañas de divulgación no es más que que adquiramos conciencia de lo que ocurre, que no nos refugiemos en la ignorancia o peor, que simplemente no queramos creer lo que, de alguna manera en nuestro nombre, se está cometiendo por ahí. Mientras no sintamos esta responsabilidad personal, todos y cada uno de nosotros, y que esa responsabilidad, de alguna manera, por muy poquito que sea, guíe nuestros actos cotidianos, no estaremos en el camino de resolver los problemas de nuestro mundo. Nuestra comodidad se asienta sobre hechos como los que esta mujer relata y debemos ser conscientes de ello, al menos. Lo que podemos hacer aparte de esa conciencia es bien poco, pero la conciencia ya es una forma de presión social. 

martes, 14 de julio de 2015

Presentación de "Toda la vida preguntando", de Juan Cruz Ruiz

Juan Cruz Ruiz presenta Toda la vida preguntando. Los acompañantes son Dulce María Facundo, de Punto Radio, y Jorge Alemán, de Unión Deportiva Radio. Se esperaba a Kiko Barroso, pero no pudo venir.
En primer lugar he de decir que se notaba que ambos presentadores son locutores. Obvian el silencio y la palabra estrecha. Sin embargo saben dejar expresarse al interlocutor, dejarle espacio. Lo que no quita que Juan se muestra bastante experimentado en estas lides verbales y tampoco les da excusa para acaparar la palabra. La entrevista me pareció más gobernada por Juan que por los entrevistadores, que apenas apuntaban preguntas protocolarias que el autor sabía adornar con anécdotas o eludir astutamente con más anécdotas.
El público era bastante mayor, tanto que me atrevo a decir que yo estaba por debajo de la media (con mi cincuenta y un añitos) y apenas se veían las caras habituales en los ámbitos literarios. No me quedó más remedio que comparar esta presentación con la charla de Armas Marcelo hace unas semanas y rascarme la cabeza. En comparación con aquel, hablo en calidad de persona, Juan Cruz Ruiz es un angelito, si recordamos la malicia que destilaba cada palabra pronunciada por don Juan Jesús, con sus frecuentes alusiones a sus enemigos y sus incisivas menciones a concretos personajes que están permanentemente en la diana donde arroja sus dardos verbales.
Juan Cruz apenas habla de sí mismo, si no es hablar de sí mismo el inagotable repertorio de anécdotas sobre sus encuentros con los más grandes personajes de la literatura, en particular, pero también de otros ámbitos. Cuando aborda el ámbito personal es para hablar de situaciones, de su madre, de amigos, pero nunca cae en el intimismo. La única pregunta personal que le hicieron (algo así como: te gustas más que te quieres o al contrario) la eludió de un tajo. “La mayor parte de lo que he escrito tiene que ver con los otros y con el aroma del pasado”, dijo casi literalmente en algún momento.
La presentadora menciona el premio que le dieron en Telde hace unas semanas, y repite la anécdota de la visita de la U.D. Las Palmas al campo regional, es decir, de inferior categoría– del Puerto de la Cruz, cosa que no se dignaba hacer el Tenerife, lo que era motivo de respeto para un equipo de la importancia de la U.D. en aquellos momentos.
Habló de sus primeros «trabajos» como comentarista deportivo en la publicación Aire Libre y, a cuenta de una mención a Pascual Calabuig, recuerda que con catorce años le hizo una entrevista. Recordó esos comentarios radiofónicos del eminente comentarista, reflexionando sobre aspectos del fútbol que a menudo se salían de ese ámbito, y que terminaban con un esperado “Pues no faltaba más”.
A lo largo de la charla desliza algunas recomendaciones o ideas acerca del arte del buen entrevistador y, a propósito de esta entrevista, dice que un entrevistador no debe achicarse ante el entrevistado, por importante que este sea, la entrevista debe transcurrir de igual a igual para que surja una conversación más que un rígido protocolo de preguntas y respuestas. Él lo llamó concretamente tener aplomo, de lo cual se envanece un poquito teniendo en cuenta que apenas tenía catorce años.
Se habló de «el niño que llevamos dentro». Él relaciona este niño con la curiosidad (“La falta de curiosidad es el final de la vida”) Mientras hay curiosidad, dijo, permanece la adolescencia. Cita un poema de un tal Michael Krüger (poeta) que dice: “A veces la infancia me envía una postal”. Afirma recordar estos versos a menudo e introducirlos en alguna entrevista. Algunos de sus entrevistados, afirma, tenían un recuerdo pésimo de su infancia, como Paul Preston.
Saltando al lado contrario le preguntan sobre cual sería su última postal y habla de su nieto (4 años) cuyo recuerdo, vino a decir, siempre le pone tierno. Insiste en que no se debe tener al tiempo como enemigo, “no es una traición, sino un aliado. El niño es la memoria”, vino a cerrar este apartado de la niñez.
Otra alusión al buen entrevistador, la necesidad de tener un «alma habitada», gran expresión que me parece muy acertada. La capacidad infantil ayuda a moderar, a dar inocencia incluso a las preguntas resabiadas. No hay que preguntar para dañar, sino para saber del otro. “Preguntar es como abrazar, es un encuentro”, dijo. Toda pregunta siempre es nueva, hecha con sinceridad e interés por la respuesta.
Su primera entrevista seria se la hizo a Julio Caro Baroja. Se dio cuenta de la importancia del asunto cuando su madre le compró una chaqueta, una camisa y un pantalón para acudir a la entrevista como un señor. Dijo que se sentía algo así como “un niño cumpliendo una misión”. Pese a todo, no hay que quedarse en las mieles de un día, el trabajo siguiente es tu trabajo, no el que pasó.
Neruda recaló brevemente por Tenerife de paso para Valparaíso y don Juan Cruz se atribuye el mérito de haberle convencido para que bajara por un rato del barco. Al parecer don Pablo no quería pisar feudos franquistas, pero este hombre le recordó que en cierta ocasión ya lo había hecho en Barcelona. Aquí deslizó otra recomendación para un buen entrevistador, la necesidad de estar en el mundo, de estar bien informado. Cuando le preguntó, también echando mano a las noticias del momento, qué le parecía que al Ché le hubieran encontrado entre sus cosas un Canto General, Neruda respondió que lo consideraba un verdadero premio.
También aludió a ese encuentro de escritores que tuvo lugar en el Hotel Iberia, mencionado por Armas Marcelo; la primera entrevista que le hizo a Onetti fue allí. Luego lo entrevistaría en su casa de Madrid, cuando ya había decidido permanecer acostado (porque su perro le mordía las pantorrillas, dice que explicaba el maestro). Destaca el humor de Onetti, a pesar de la fama de huraño que tenía.
Habla de un paseo con Borges por Madrid, resalta su sencillez, su interés por las cosas, sobre todo por los nombres y apellidos de quienes le presentaban, intentando encontrar lazos de conexión en su propia familia. “Un personaje formidable”. Los grandes personajes son gente humilde, sencilla. Los jóvenes escritores no lo son tanto, comentó, pero no se extendió en esto.
Aluden a Manuel Padorno su primer editor, según comenta–. Habla muy bien de él y de los paseos juntos por la playa (Padorno era Marlon Brando y él Joselito, dijo recordando algún comentario que se hacía. A cuenta de su parecido con Joselito, recuerda que en una entrevista que le hizo a Marisol, en Puerto de la Cruz, unos que pasaban por allí le señalaron confundiéndolo con el pequeño ruiseñor, mientras que desconocían a la actriz-cantante suponiéndola una periodista)
Dice de Padorno que era un hombre nocturno, y menciona varias veces un pub llamado el Gas, donde paraba el poeta. Lo declara, junto con Domingo Pérez Minik, uno de los tipos humanos más impresionantes que ha conocido.
El libro donde le gustaría vivir, y en parte lo ha vivido, es Tres Tristes Tigres, de Guillermo Cabrera Infante, del cual cuenta la anécdota de que él decía que su afición cinematográfica le venía de que él iba al cine a meterle mano a las chicas. Por lo visto, en cierta ocasión, la víctima, al adivinar sus intenciones, se cambió de asiento antes de empezar la película y, una vez apagada las luces, un señor se le sentó al lado. Al momento notó como un dedo se deslizaba por su muslo para introducirse por la pernera del pantalón corto. Lo bueno era la frase con que cerraba la situación don Guillermo, y que lamentablemente no recuerdo.
Inevitable mención a la radio, se declara radio adicto. La radio y el fútbol, sus dos vicios, y a los que no puede mostrarle más que gratitud. La radio le ha proporcionado “respiración para vivir y sintaxis”. El fútbol, geografía, porque siguiendo los partidos de ligas extranjeras se aprendía las ciudades de donde procedían los equipos al parecer, en un tiempo, cuando se acababa la liga española, las quinielas venían con partidos de ligas extranjeras.
Referido a los escritores que padecieron las guerras, menciona a Imre Kertetz, Gunther Grass, y María Zambrano, de los cuales, dijo, eran personajes que, a causa de la guerra que habían vivido, seguían teniendo mucho miedo ya de mayores.
Se interrumpió el turno de preguntas del público porque ya se había cumplido sobradamente el tiempo previsto para la presentación y aún tenía que firmar ejemplares y yo me marché.
Tengo que decir que, a pesar de que estas presentaciones de autores ya con cierto renombre suelen parecerse excesivamente unas a otras, siempre es un placer escuchar hablar a gente que sabe utilizar la palabra para contar, que tiene cosas que contar que a uno le interesan y que además lo hace con pasión por lo que cuenta y con la confianza de saber que le escuchan diga lo que diga, que es lo que le quita rigidez, titubeos. Por otra parte, el carácter de Juan Cruz es el de una persona que está donde le gusta estar y no parece motivado por aspiraciones de reconocimiento o trascendencia. En ese sentido parece una persona sencilla como dice él mismo que es habitual entre los grandes.




miércoles, 8 de julio de 2015

Presentación de "donde nada es todo lo asible" de Eugenio Padorno


Hay presentaciones institucionales y hay presentaciones del montón. La diferencia está en la calidad de los asistentes. Anoche había muchos nombres allí, muchas caras. Mi desconocimiento del mundillo apenas me permitía reconocer algunas caras, a las que era incapaz de asignarle el nombre correspondiente que luego he leído en la breve reseña que hizo del Domingo Rivero del evento–, pero es emocionante adivinar que andan por allí autores de libros que uno ha leído y lo que se dice la flor y nata de la cultura de esta isla, al menos de la ciudad, la que se nombra cuando se habla de cultura. Desgraciadamente, lo que es gente, había poca. Creo que estábamos yo y un tipo que se paseó por el museo como si fuera la primera vez que entraba y que sacó algunas fotos de la exposición permanente que allí hay celebrando la memoria de don Domingo Rivero.

El pregón lo hizo don Jorge Rodríguez Padrón y, habiéndole pillado más o menos la mitad, como dice un personaje de un cuento de un amigo mío, que se pasea por Nueva York y un fulano le habla en inglés, me enteré de que hay grados en esto del arte de la poesía. Están los verdaderos poetas, que maduran, que profundizan en el arte, volviéndose, como consecuencia de esa maduración, oscuros, refinados, complejos, como quería Rilke, al que se mencionó en algún momento, y hay otros que pretenden apurar la juventud repitiendo permanentemente las mismas fórmulas, naderías de ludoteca, es una expresión que salió por ahí. En fin, el discurso venía a mencionar algunas características de la poética de este hombre: agitación existencial, hondura, negrura, explosión de entusiasmo (confirmo esto del entusiasmo, me gusto el entusiasmo con que leía don Eugenio, pese a que el fuelle no le daba para mucho, entusiasmo del que cree en lo que está leyendo, diciendo en el poema), búsqueda de una revelación poética. Añadía, don Jorge, del autor, que había buceado en las entrañas de la poesía. Yo creo que todo esto viene a perfilar el estilo poético, que para decirlo en dos palabras y una coda, no lo entiende ni su …, . Lo mismo me pasa con la poesía de Rilke, dicho sea de paso, o la de Lezama Lima no percibo ninguna semejanza entre la de don Eugenio y la del cubano, pero lo menciono como otro ejemplo de poeta que no lo entiende ni su …, ni falta que le hace; porque hay una clase de poesía que no significa, que transporta, que sumerge en un extraño mundo de palabras, de imágenes raras, de ideas locas, que crea en verdad un mundo dentro de la cabeza que nada tiene que ver con esto blanco y negro de aquí fuera, y ese es, creo yo, el arte profundo de la poesía. Volviendo al discurso de don Jorge, este tipo de presentaciones me acaban dando la impresión del que el autor es una especie de superhéroe poético que es capaz de lanzarse a los más riesgosos lugares poéticos saliendo victorioso del trance donde otros, la mayoría, resbalan cuando tratan de alcanzar tan oscuros lugares, contentándose al final con barajar verdades de pacotilla, dicho poco más o menos en sus palabras. Las palabras del presentador crean al final un mundo a la medida en el que el héroe es el autor y todos los demás parecen quedar derrotados por incapacidad de alcanzar aquellas cotas que al fin y al cabo fueron construidas con sus materiales. Un poco excesivo, me parece a mí, sobre todo cuando alabar a unos denigrando a otros, un poquito de esto había.
En cualquier caso, va a ser que yo esté de acuerdo con don Jorge, que poco antes de llegar venía leyendo a un recientemente laureado poeta, que escribe clarito clarito, con mucha ironía y referencias a la cultura de masas más reconocible, pero con tintes eruditos, con muchas alusiones a su condición de poeta, de bohemio, de morador de habitaciones de hotel, y, por supuesto, de sexo relámpago con hermosas y misteriosas señoritas, y no tuve más remedio que concluir que aquel hombre, con tantos premios y accesits algunos más que don Eugenio, diría yolo que tiene es una horma ya aquilatada (tenía que utilizar esta palabra en algún momento, don Jorge) y una masa elaborada de palabras que hace pasar por ella para formar poemas que luego fríe en el aceite caliente de el como se supone que tiene que ser la poesía. Esto quiere decir que don Eugenio no hubiera ganado ese concurso ni amenazando al jurado.

Y me llevé el libro y lo he estado ojeando, y, como mínimo merece sucesivas lecturas que con toda seguridad irán permitiendo percibir nuevos matices, o tal vez no, pero la propia extrañeza al leer hace que uno invente en su cabeza interpretaciones, lo que no permite otro tipo de poesía que una vez que la has leído ya queda agotada y vacía. Mejor o peor creo que son consideraciones que no caben en todo esto, tampoco la comprensión; lo único que cuenta es el propio disfrute y el propio contento de uno al leer, qué coño.

martes, 7 de julio de 2015

Raquel Martín

Raquel Martín [Caraballo] (Santa Cruz de Tenerife 1972)
Poesía
Un árbol de Rodmell, Premio Pedro García Cabrera (Fundación Caja Canarias)
Transfusión de voz, Premio de poesía Félix Francisco Casanova,
Prosa
El Club de los Enred@dos', novela
Antes del último Sol', novela

Otras publicaciones
Relato Rescate en el libro colectivo Señales Mínimas. Microcuentos