Asistí ayer a una representación en la Casa Museo Pérez Galdós protagonizada por alumnos del Aula de Lectura Dramatizada de la Escuela de Actores de Canarias.
Obra: Insula (de Klóticas)
Dirección: Israel Castro
Actores: Alumnos y alumnas del Aula de Lectura Dramatizada de la Escuela de Actores de Canaria:
Patricia Santiago, Saulo Trujillo, Cristian Torrero, Mateos Stomini, Eduardo Naranjo, Elena Dolgikh y Néstor Luzardo.
Lo que iba a ver era descrito en la publicidad que me llevó allí como una “lectura dramatizada de la obra 'Insula'”, que estrenó la compañía Klótikas hace veintiséis años.
Lo que esperaba ver, más bien escuchar, era una lectura de la obra, con los actores sentados a lo largo de una mesa recitando sus partes por turno, actuando en lo posible de una lectura, pero sin levantarse del sitio. (Así se lo describí más o menos a una amiga que me preguntó poco antes que a dónde me dirigía)
Lo que vi fue una representación teatral con los actores disfrazándose según conveniencia de los personajes que interpretaban y utilizando los propios bártulos en los que portaban y colgaban los atrezos (¿se llama así?) como elementos para transformar el espacio en el que se movían y representaban.
La obra es algo caótica con una serie de personajes que van entrando y saliendo desordenadamente y que van recitando su parlamento. El desorden de entradas y salidas da una impresión unidad curiosamente, de que la obra es ese caos que va siendo iluminado por secciones para destacar a uno u otro personaje. Este efecto se realizó de forma precisa durante una parte de la obra en la que todos los personaje están bailando en medio del escenario y la acción va saltando de uno a otro, acción que queda resaltada con la disminución de la música y el aumento de las voces de los actores que toman su turno.
No sabría precisar un tema de la obra, porque es coral, se hace referencia a la corrupción política-urbanística, a la delincuencia, se exponen filosofías vitales, hay gente que espera y hay gente que desespera. Sí me pareció que los textos que recitaban tenían precisión, no se iban por las ramas poéticas, tenían armonía, expresiones equilibradas, que en ningún momento chirriaban por exceso de coloquialidad frente otras demasiado elaboradas. Sí que me pareció que el texto era literario, no coloquial, es decir, no tenía la intención de que las actuaciones nos dieran una impresión de «vida real». Y sentí deseos de leerlo directamente, lo que siempre me parece un síntoma de su calidad. (Yo soy más lector que espectador)
En cuanto a los actores, me pareció que en ocasiones pecaban de ese defecto de querer vocalizar tan precisamente que le resta naturalidad a la expresión de las frases. Sin embargo me sorprendió su capacidad de transformación, sobre todo cuando pasaban de ser personajes a ser esas entidades neutras que protagonizaban determinados intervalos, así lo entendí yo, que marcaban el cambio de los que podrían ser las escenas en una obra tradicional; esa mutación, cuando desaparece el personaje y aparece la persona, es la clave de la magia del teatro. Por cierto que es aquí en la parte de las danzas, pues eso es lo que hacían, donde me pareció que flojeaban un poquito. Aunque los movimientos estaban bien sincronizados entre ellos, me pareció que les faltaba gracia, fluidez... vamos, no me gustó mucho la parte de danza, la percibí algo forzada.
En resumen diría que fue una hora entretenida, que no lamento haber errado en mis previsiones acerca de lo que iba a ver.
Postdata: estoy aquí preguntándome si pagaría por ir a ver este espectáculo y estoy dudando, simplemente porque tal y como lo vi, con un montaje mínimo, parece una representación amateur. Es decir, dudo solamente porque el espectáculo no llevaba chaqueta y corbata, sino que iba en camiseta. Creo que con un montaje más vestido y tal vez la mejora de la parte de la danza, podría dar perfectamente un espectáculo profesional (entendiendo por profesional el que espera ser remunerado por ello).
A todo esto, mis conocimientos sobre el tema teatral son prácticamente los que acabo de adquirir mirando esta obra (por exagerar un poquito mi ignorancia) y esta reseña no responde más que a una primera impresión. Mi impresión valdrá para lo que pueda valer y no más.
Obra: Insula (de Klóticas)
Dirección: Israel Castro
Actores: Alumnos y alumnas del Aula de Lectura Dramatizada de la Escuela de Actores de Canaria:
Patricia Santiago, Saulo Trujillo, Cristian Torrero, Mateos Stomini, Eduardo Naranjo, Elena Dolgikh y Néstor Luzardo.
Lo que iba a ver era descrito en la publicidad que me llevó allí como una “lectura dramatizada de la obra 'Insula'”, que estrenó la compañía Klótikas hace veintiséis años.
Lo que esperaba ver, más bien escuchar, era una lectura de la obra, con los actores sentados a lo largo de una mesa recitando sus partes por turno, actuando en lo posible de una lectura, pero sin levantarse del sitio. (Así se lo describí más o menos a una amiga que me preguntó poco antes que a dónde me dirigía)
Lo que vi fue una representación teatral con los actores disfrazándose según conveniencia de los personajes que interpretaban y utilizando los propios bártulos en los que portaban y colgaban los atrezos (¿se llama así?) como elementos para transformar el espacio en el que se movían y representaban.
La obra es algo caótica con una serie de personajes que van entrando y saliendo desordenadamente y que van recitando su parlamento. El desorden de entradas y salidas da una impresión unidad curiosamente, de que la obra es ese caos que va siendo iluminado por secciones para destacar a uno u otro personaje. Este efecto se realizó de forma precisa durante una parte de la obra en la que todos los personaje están bailando en medio del escenario y la acción va saltando de uno a otro, acción que queda resaltada con la disminución de la música y el aumento de las voces de los actores que toman su turno.
No sabría precisar un tema de la obra, porque es coral, se hace referencia a la corrupción política-urbanística, a la delincuencia, se exponen filosofías vitales, hay gente que espera y hay gente que desespera. Sí me pareció que los textos que recitaban tenían precisión, no se iban por las ramas poéticas, tenían armonía, expresiones equilibradas, que en ningún momento chirriaban por exceso de coloquialidad frente otras demasiado elaboradas. Sí que me pareció que el texto era literario, no coloquial, es decir, no tenía la intención de que las actuaciones nos dieran una impresión de «vida real». Y sentí deseos de leerlo directamente, lo que siempre me parece un síntoma de su calidad. (Yo soy más lector que espectador)
En cuanto a los actores, me pareció que en ocasiones pecaban de ese defecto de querer vocalizar tan precisamente que le resta naturalidad a la expresión de las frases. Sin embargo me sorprendió su capacidad de transformación, sobre todo cuando pasaban de ser personajes a ser esas entidades neutras que protagonizaban determinados intervalos, así lo entendí yo, que marcaban el cambio de los que podrían ser las escenas en una obra tradicional; esa mutación, cuando desaparece el personaje y aparece la persona, es la clave de la magia del teatro. Por cierto que es aquí en la parte de las danzas, pues eso es lo que hacían, donde me pareció que flojeaban un poquito. Aunque los movimientos estaban bien sincronizados entre ellos, me pareció que les faltaba gracia, fluidez... vamos, no me gustó mucho la parte de danza, la percibí algo forzada.
En resumen diría que fue una hora entretenida, que no lamento haber errado en mis previsiones acerca de lo que iba a ver.
Postdata: estoy aquí preguntándome si pagaría por ir a ver este espectáculo y estoy dudando, simplemente porque tal y como lo vi, con un montaje mínimo, parece una representación amateur. Es decir, dudo solamente porque el espectáculo no llevaba chaqueta y corbata, sino que iba en camiseta. Creo que con un montaje más vestido y tal vez la mejora de la parte de la danza, podría dar perfectamente un espectáculo profesional (entendiendo por profesional el que espera ser remunerado por ello).
A todo esto, mis conocimientos sobre el tema teatral son prácticamente los que acabo de adquirir mirando esta obra (por exagerar un poquito mi ignorancia) y esta reseña no responde más que a una primera impresión. Mi impresión valdrá para lo que pueda valer y no más.
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